Nuestros pies muchas veces son los grandes olvidados de nuestro cuerpo. No obstante, son una parte fundamental, y es por eso que debemos prestarles la atención que se merecen.
¿Alguna vez te habías planteado esto?
- Nuestros pies son los que sostienen todo nuestro peso a lo largo del día.
- Cuando caminamos, sostienen el doble de nuestro peso. Además, si corremos, se multiplica por 4.
- Diariamente, andamos unos 10.000 pasos. Esto significa que daremos los pasos necesarios para haber dado la vuelta al mundo nada menos que 4 veces.
Estos 3 datos son más que tres razones para plantearte visitar a tu podólogo; o en nuestro caso, que nuestro podólogo te visite en tu casa. Si eres de los que solo acude al especialista cuando tienes una molestia, estás cometiendo un error. Al menos, se recomienda visitar al podólogo una vez al año, ya que prevenir es algo fundamental para evitar que una patología se desencadene.
Visitando al podólogo conseguirás prevenir patologías futuras, conocer cómo es tu pisada, saber que calzado es mejor para tu tipo de pie y lógicamente, el profesional tratará con rigor científico las patologías ya instauradas como pueden ser las onicomicosis (hongos en las uñas), dermatomicosis (hongos en la piel), onicocriptosis (uñas encarnadas), verrugas plantares, fascitis plantar, etc.
Un campo de la podología con mucha importancia hoy en día es el pie diabético. Los podólogos tenemos formación para poder prevenir, aconsejar y tratar el pie diabético. Si eres diabético, es fundamental visitar al podólogo al menos una vez cada 6 meses para evitar úlceras plantares que desencadenen en una amputación.
Por todo ello, la respuesta a la pregunta de la imagen es un rotundo SÍ. El podólogo es el especialista mejor preparado para diagosticar y tratar cualquier patología que exista en el pie.